El uso de la lengua no es uniforme, aún cuando se trate del mismo idioma no se emplea de la misma manera ya que el lenguaje presenta variaciones que dependen básicamente de tres factores fundamentales (dialecto, sociolecto y cronolecto), por ende cuando hablamos de variación lingüística, hablamos de formas de habla compartida por una comunidad de individuos y a su vez existen diferencias en cuanto al registro oral y escrito.
Variedades, lecto y
registro
Podemos establecer variedades según el lugar
o región donde vive el hablante (dialecto), grado de formación cultural
(sociolecto) y su edad (cronolecto).
Como mencionábamos, el lecto es la variación
lingüística que tiene en cuenta las características del hablante; en cuanto al
registro, es la variedad lingüística que tiene en cuenta la situación
comunicativa, en éste caso todo iría a depender del interlocutor y el nivel de
confianza para poder manejarse dentro de esa situación comunicativa.
Al hablar de registro tenemos que considerar
la tríadica fórmula usada por Halliday, Mc Intosh y Strevens (1964) con sus
categorías de campo, tenor y modo.
“De manera general, los tipos de situación
lingüística difieren entre sí por tres conceptos: primero por lo que realmente
ocurre; segundo, por quienes participan, y, tercero, por las funciones que
desempeña el lenguaje. Consideradas en conjunto, esas tres variables determinan
tanto el espectro dentro del cual se seleccionan los significados como las
formas que se utilizan para su expresión; en otras palabras, determinan el
registro.” (Halliday,
1978).
Al mencionar lo citado, Halliday fue muy claro, los tres factores determinan la selección lingüística. Éstos factores son: campo (el escenario en el cual el discurso tiene lugar), tenor (es la relación entre los participantes en el acto comunicativo y el tipo de interacción) y modo (es el canal que podría ser oral o escrito).
Escritura y oralidad
Ejercemos el habla antes que la escritura
debido a que “el habla oral es del todo
natural para los seres humanos en el sentido de que, en toda cultura, el que no
esté fisiológica y psicológicamente afectado, aprende a hablar” (Ong 1982)
pág.84.
Según Cassany (2004), existen varias
diferencias entre la oralidad y la escritura, ya que la primera mencionada
existe la interacción, que tiende a ser inmediata porque los interlocutores
están presentes en el mismo tiempo y espacio; a su vez la comunicación es más
espontanea e informal. Por su parte, la escritura es más formal utilizando la
lengua estándar que es un dialecto elegido por cuestiones políticas como una
lengua oficial, es una comunicación más elaborada, presenta solamente elementos
verbales, la sintaxis es más compleja y posee oraciones completas, “precisamente el carácter diferido de la
comunicación es lo que hace la riqueza de los textos” (Nogueira 2005).
Otra constante entre ambas es el grado de
interacción en vista de que la oralidad privilegia un mayor grado de
acercamiento hacia las otras personas a través de acciones, ademanes o la
posibilidad de responder al emisor del mensaje. Esto se contrasta con la
ausencia del emisor en la escritura, no podemos interpelar al autor de un
libro, de una revista para opinar o quejarnos de sus ideas a menos que lo
llamemos por teléfono o escribamos una carta en caso de que siguiera con vida.
Existe mayor espontaneidad en la oralidad
frente a la escritura, normalmente nadie ensaya una conversación con el
panadero del barrio para poder comprarle pan, en cambio, en un trabajo escrito
nos preparamos horas, semanas, años o incluso décadas.
En lo que respecta a la oralidad, hallamos
varios complementos como los códigos extraverbales que son aquellos que
acompañan a la conversación en sí, como por ejemplo una sonrisa, una mirada,
etc. En la oralidad somos más teatrales, en cambio en la escritura suele haber
un único código salvo que vaya acompañado de ilustraciones.
Los rasgos orales en la escritura son
elementos que se suelen infiltrar en nuestra escritura de forma incorrecta
tales como las muletillas que son repeticiones por costumbre, por ejemplo “no
es cierto” o “no es verdad”. También están las vaguedades léxicas que son
términos imprecisos como “cosa” o “algo” cuando existe la posibilidad de incluir otros más adecuados, por ejemplo podemos
decir “el arte es una cosa interesante” pero mejor deberíamos decir “el arte es
una disciplina interesante” o “el arte es una actividad interesante”.
Debido a la tecnología de hoy en día, la
escritura de fue contaminando cada día más con los rasgos de la oralidad y se
pueden encontrar muy seguido, textos escritos de manera informal en chats de
WhatsApp, Messenger o plataformas de redes sociales como lo son Facebook y
Twitter, hasta incluso en algunos portales de noticias online poco renombrados.
En cuanto a la interacción comunicativa,
Shannon creó el circuito comunicativo, es el circuito básico que se trabaja
mayormente en las escuelas secundarias (emisor, receptor, código, canal y
mensaje). A éste mismo, Jakobson le agregó el contexto o referente pero luego
Orecchioni propuso incorporar el universo del discurso para elaborar el
mensaje; en este se incorporan los filtros del repertorio, es decir, las
condiciones completas de la comunicación y los caracteres temáticos y retóricos
del discurso y esos mismos establecen el tipo y la temática.
Esto
quiere decir que se agrega el idiolecto y registro como a sí mismo en el canal
si es oral o escrito. Podemos tomar como ejemplo o caso hipotético: La manera
de dirigirse y comunicarse con los profesores en la Facultad no será la misma
que con los compañeros y ésta a su vez, tampoco será la misma que en el entorno
familiar; tenemos que saber con quién nos dirigimos para poder desarrollar un
mensaje claro según la persona con la que hablamos para que lo que intentamos
transmitir, el alocutario pueda decodificar y poder responder.
La
humanidad está perdiendo gradualmente la escritura con las características
mencionadas en este texto y la formalidad para dirigirse hacia otras personas.
Hoy en día muchas personas no pueden siquiera escribir un simple mensaje de
manera formal, en ocasiones ni siquiera tienen en cuenta a quiénes se dirigen o
si su alocutario podría comprender lo que están diciendo; no digo
exclusivamente que las personas pierden el respeto pero hoy en día mucha gente
ya mezcla el ambiente y se puede ver claramente como se perdió de a poco la
lengua estándar que incluso, pongo como ejemplo, concurrir a la municipalidad
por algún tipo de trámite y que te respondan de manera informal los que allí
trabajan, mencionando apodos de la persona con la que deberías hablar como si
uno lo conociera. Como este ejemplo hay muchos, una redacción en un juzgado o
en una comisaría utilizando el dialecto propio de la región que está desubicado
en ese tipo de informe como lo es en un juzgado.
En síntesis, ¿cómo conservar algo no tangible
como lo es algo cultural que se está perdiendo a través del tiempo? Porque se
podría implementar en los colegios algún taller que apunte a este dilema pero
muchos adolescentes ya abandonaron los estudios así que habría que apuntar
fuera de estos ámbitos inclusive no solamente los adolescentes sino también
personas que no asistieron directamente a la escuela primaria y así también otras
que no pueden asistir a una cursada de nivel superior.
Básicamente el texto habla sobre pautas para lograr el mejor desempeño teniendo en cuenta diferentes factores para que el mensaje llegue lo más claro posible entonces en pos de que este es el objetivo volvemos a la pregunta inicial, la cual llegada a este punto, la misma se transformaría en como concientizar a las personas para no perder la capacidad de interceptar ese mensaje. El no entender el mensaje o no poder generarlo equivaldría un riesgo para el desenvolvimiento de un funcionar pleno del individuo y/o comunidad con respecto a la interacción comunicativa.