Hace unos días atrás, llegué a casa a media mañana después de llevar a mi hijo menor al Jardín y me dispuse a cocinar. Como es mi costumbre desde chica, encendí la televisión y busqué el noticiero de Telefé que habitualmente miro, pero había otra programación por el horario, así que comencé a hacer zapping, pasé de largo CrónicaTv ya que es un canal sensacionalista, alarmista, sus noticias generalmente contienen información no chequeada; también pasé de largo el TreceTv porque es un canal muy influenciado por la política, es sexista y no pasan noticias acordes a lo que me gusta mirar así que no muy conforme dejé en el canal 9 porque dentro de todo es un canal bastante tolerable. Me impresionó la noticia basura de hoy en día, las fakes news que mayormente es más visto en las redes sociales pero lo encontré en Crónica como la vez que dieron por muerto a El Noba cuando aún estaba con vida; extrañaba mi canal, tal vez en Telefé son buenos periodistas o tal vez mi manera de pensar es similar a la de ellos.
Los medios se fueron transformando con el
pasar de los años. Replantearse el periodismo ¿es una cuestión? Claro que
habría muchas cosas para replantearse pero esto mismo no quita que sea un punto
importante a tratar para nosotros como sociedad, el peligro que representa un
mal periodismo, la manera en como la basura televisiva y comunicativa es moneda
corriente y los gobernantes se aprovechan de ello; pero se tiene que tratar de
manera realista ya que un idealismo no haría más que seguir siendo un sueño.
Según Omar Rincón en su ensayo “Buenos
periodistas, malos medios”, argumenta que ya no quedan buenos periodistas en
los medios. Aunque en parte tiene razón ya que los medios comunicativos tratan
de “imponer” o “implantar” una manera de pensar; tratan de influir en la toma
de una postura con respecto a algún tema en específico como en las campañas
políticas, generar tendencias en pos de utilizarlas como herramientas para
monetizar más que sus competencias y esto lleva a que el periodista sea
empleado como instrumento.
Por otra parte creo que no es el caso en su
totalidad porque todavía quedan buenos periodistas, arbitrarios o con
información fehaciente y podemos tomar como ejemplo al periodista Mauro Szeta
del canal televisivo Telefé, quien es muy reconocido trabajando en la sección
de policiales, con información real que se puede corroborar y con fuentes
fidedignas; a su vez existen cientos de medios de comunicación, diferentes
canales de televisión, diarios, revistas y programas radiales; y no todos
fueron analizados para llegar a esa conjetura.
“La información ya no importa, y es que
“estar bien informado” ya no es un bien democrático sino burocrático y de lucha
política… Donde la gente sale sobrando” -Rincón, párrafo 10-.
A la gente de “elite” se la instruye y se la
informa de manera privilegiada como es en el caso de “los hijos de…” en
colegios o instituciones privadas dándoles conocimientos más asertivos para
poder dilucidar mejor la información mientras que al sector popular se lo
marginaliza con periodismo mediocre e información de bajo valor porque no tiene
un mecanismo de raciocinio elevado. Si se nos cultivara con los medios, si se
nos incentivara más libremente sería otro el panorama.
“Al pueblo pan y circo” –Juvenal 100 A.D.-
Así
que la gente común se conforma con lo que ofrecen los medios como si fuese un
circulo vicioso, “lo que nos venden, vemos, compramos y pedimos más”, de esto
se sujetan los medios para seguir ofreciéndonos basura, una salida barata al
consumismo. Por eso quedamos en el limbo las personas que sí buscamos buena
información, que buscamos verdad, conocimientos, historias, que queremos
siempre simpatizar y empatizar para sentirnos parte, vernos a nosotros y no
solo esas noticias de “infolvido”, algo ficticio o las fakes news; y que por
ello tengamos que recurrir a periodistas que más se ajusten a nuestras
necesidades de información, a algún canal en específico y/o buscar periodistas
independientes en las redes sociales o canales virtuales que no esté sujeto a
la influencia del gobierno o de otras fuentes externas para que nos permita
intercambiar ideas libremente y puntos de vista.
Políticos payasos y
payasos políticos
Los mediáticos comenzaron a ingresar a la
política como en el caso de Amalia Granata, Mauricio Macri y Alexander Caniggia
, a su vez, los políticos se incrustaron en los medios creando un personaje
“agradable” para el público a modo de estrategia, el consumo irónico como nueva
forma de mediatización cultural: crear algo tan absurdo para ser tendencia. Y
tranquilamente podemos tomar como ejemplo lo mencionado por el Presidente
Alberto Fernández, “Garganta Profunda” dicho por “error” en una conferencia de
prensa y también los aberrantes discursos del Gobernador de la Provincia de
Buenos Aires, Axel Kicilloff. Un amalgamiento entre los medios y el gobierno al
punto de que un humorista puede terminar en un cargo político como Miguel Del
Sel de Los MiDaChi y los políticos se
personifican como famosos igual que lo hace Cristina Kirchner, haciendo teatro
y olvidando sus obligaciones e imponiendo de manera sutil, lo que necesitan que
el pueblo piense; y esta “nueva política” no es sinónimo de “mejores
administradores”.
En cuanto a la reinvención del periodismo, Rincón
propone al periodismo DJ como alternativa viable pero su propuesta es muy
idealizada y poco realista para los medios de Argentina ya que el reconocido
periodista colombiano habla desde otro punto geográfico. Aunque no está errada
su idea, es más que complicado para un periodista recién recibido, en busca de
su salida laboral, poder independizarse y trabajar en redes sociales o youtube
hasta hacerse medianamente conocido para así poder generar sus propios ingresos
teniendo en cuenta la crisis económica por la que atraviesa nuestro país.
De esta manera es como al examinar el
periodismo actual, los medios informativos generan esa desconfianza y
preocupación porque por más que muchos de nosotros sepamos discernir, hay
personas que no pueden. La desinformación es muy riesgosa y suena casi ridículo
pensar que esto suceda en el 2022, siendo el siglo de la tecnología y aún así
las personas no puedan diferenciar una noticia real de una fake news teniendo
todos los recursos a nuestra disposición y esto sucede justamente porque nos
falta más del buen periodismo neutral.
El periodismo independiente es uno de los
principales para la democracia por eso es necesario protegerlo ya que solo así
podemos garantizar que las personas comunes tengamos un conocimiento realista y
proteger esto mismo significa proteger la democracia.
Basta de televisión basura!