En pleno 2024, la IA (Inteligencia artificial) está en auge revolucionando todo a su paso. Lo vemos en todas las plataformas de redes sociales, en noticias, en creadores de contenidos e incluso en Only Fans con modelos generadas por estas herramientas. A estas alturas, verla en la educación no es la excepción pero así como vemos todos los beneficios, tenemos que tener en cuenta los riesgos de utilizarla.
Beneficios:
En el ámbito educativo se está utilizando constantemente la IA, ya que de la noche a la mañana pasó a ser la nueva “Wikipedia” con innumerables ventajas. Una de las principales ventajas es que se puede personalizar el aprendizaje porque los estudiantes pueden recibir ayuda en áreas específicas o, mejor aún, temas puntuales dentro de un área. Por ejemplo, si necesitas información sobre un determinado tema, además de proporcionártelo, podes pedirle que te lo explique de mil maneras y de forma detallada.
Otro de los beneficios son las facilidades, donde está la posibilidad de pasar un audio a texto, de resumir archivos pdf, generar imágenes y videos, pasar de imagen a texto, entre otras cosas. Estas son herramientas muy utilizadas últimamente pero también están las más elaboradas como por ejemplo, pedir un código html para crear una página web personalizada o diferentes tipos de códigos para diversos fines.
Riesgos:
Aunque puede deslumbrar la infinidad de posibilidades y todos los beneficios que estas herramientas nos ofrecen, tenemos que tener en cuenta los riesgos en el ámbito académico. El principal riesgo es que nos volvemos dependientes tecnológicamente, nos acostumbramos tanto en resolver los “problemas” de manera casi automática que cuando nos dicen que no podemos utilizar la IA, nos agarran nervios, pensamos que sería imposible o que nos llevaría una eternidad.
Primero que es mentira, dependiendo de las habilidades de cada persona, en algunos casos incluso nos llevaría menos tiempo, si tenemos en cuenta todo lo que perdemos discutiendo con la IA para que nos genere algo que sea de nuestro agrado, como lo queremos o como lo tenemos en mente. Segundo, la IA tiende a estructurar de manera organizada pero nos proporciona redacciones genéricas o superficiales ya que carece de comprensión, fluidez y naturalidad.
El uso excesivo de estas herramientas nos puede hacer perder algo tan valioso como la creatividad, el desarrollar nuestras propias ideas y tener un pensamiento crítico. Ser dependientes nos puede limitar la capacidad de pensar y nos hace “manipulables” a la tecnología y nos vemos tentados al “copio y pego” lo que fomenta el plagio.
Plagio y ética académica:
Basándonos en todo lo argumentado anteriormente, es necesario mencionar las implicaciones éticas. Suele ser tentador utilizar la IA para generar el contenido pero esto puede llevarnos a prácticas deshonestas, como el plagio. Existe una línea muy delgada en la manera de utilizar estas herramientas y luego presentarlas como propias ya que además de que nos impide el desarrollo de nuestras propias habilidades, es una falta a la integridad académica.
Muchas universidades están implementando nuevas sanciones y medidas disciplinarias para poder enfrentar estas nuevas tecnologías y así poder proteger la integridad del proceso educativo en una era tan avanzada como lo es hoy en día.